Más que hacer una lista de lo mejor del año, lo que pretendo es hacer unas cuantas recomendaciones escogidas entre lo que he tenido la oportunidad de escuchar. Tiene que ser así porque, si ya es difícil hacer un seguimiento a los estrenos cinematográficos más interesantes, no digamos ya hacer lo propio con los cientos de discos que se publican cada año.
Como mandan los cánones de la buena educación, empezaremos por los más viejunos y, más concretamente, por una gran dama, una leyenda, un mito viviente, la musa del Swinging London y, como vuelve a demostrar en Easy come, easy go una gran y particular intérprete:
Marianne Faithfull
Entre la imagen superior y ésta...
...han pasado varias décadas. El desgaste ha sido tanto físico como emocional y ambos han ido dejando huella en su quebradiza voz; algo que podemos apreciar mejor escuchando la misma canción interpretada en 1965 y más tarde en 1999.
1965: As tears go by, bonito tema originalmente compuesto por el dúo Jagger-Richards para The Rolling Stones en respuesta, se dice, al Yesterday de The Beatles. En el vídeo que podrán ver a continuación la presentación y posterior entrevista con la cantante corre a cargo, nada menos, que de Brian Epstein. Puro Swinging London, mítico.
1999: As tears go by, el mismo tema interpretado esta vez junto a Johnny Marr, guitarrista de The Smiths.
La voz cascada y aguardentosa la hace parecer una versión femenina de Tom Waits, pero no acaban ahí las semejanzas. Las fuentes musicales de las que beben la londinense y el californiano son las mismas: jazz, blues, country-folk, cabaret, rock, Gershwin, Porter… Rodeada de una gran banda y de una lista de colaboradores que pone los pelos de punta (Nick Cave, Cat Power, Rufus Wainwright, Antony Hegarty, Jarvis Cocker y el entrañable y fiel amigo de toda la vida Keith Richards), Marianne Faithfull despliega toda su sensibilidad y buen gusto para extraer lo mejor de un conjunto de canciones que abarcan todos los estilos antes mencionados y todas las épocas de la música popular del siglo xx, de Duke Ellington (la escalofriante Solitude) a Brian Eno (How many worlds), pasando por el dúo Leonard Bernstein-Stephen Sondheim (Somewhere del musical West side story), Smokey Robinson o (¿casualidad?) nuestro siguiente protagonista:
Randy Newman
Como muchos miembros de nuestra generación, descubrí a Randy Newman a través de las bandas sonoras para las películas de la Pixar. La fructífera colaboración con la famosa productora comandada por John Lasseter comenzó con Toy Story y, de momento, ha llegado hasta Cars. También es conocido por pertenecer a la mayor saga familiar de músicos que ha dado Hollywood; es sobrino de Lionel, Emil y Alfred Newman (uno de los grandes, compositor, entre otras muchos clásicos, de la famosa fanfarria de la 20th Century Fox) y es primo de Thomas (Wall-E, Buscando a Nemo, American Beauty) y David Newman (compositor de cabecera de Danny de Vito, suyas son las excelentes partituras de La guerra de los Rose, Matilda y la infravalorada Smoochy). También es famoso Randy Newman por el récord de haber sido 15 veces nominado al Oscar sin ganar ninguna, racha negativa que se rompió cuando al fin ganó con el tema If I didn’t have you de Monstruos S.A., uno de sus mejores trabajos para la Pixar, aunque la canción quizá no estaba a la altura de otras anteriores y quedó la sensación de que se trataba, más que nada, de un merecedísimo premio a toda su carrera. Con estos antecedentes, y sabiendo que la carrera de nuestro hombre lejos del cine había sido un continúo fracaso, me enfrentaba yo a Harps and angels, el primer disco sin relación con el cine que escuchaba del autor angelino.
Y me encontré con el mismo encanto modesto y bonachón de su música cinematográfica, pero enriquecido con una mayor variedad y libertad en los arreglos. Como en el disco de Marianne Faithfull del que escribíamos antes la música es tradicional, pero jamás suena previsible o rancia, sino fresca y vivaz, llena de recovecos que la alejan de lo convencional.
Y estos han sido mis veteranos favoritos de este año, otro día volveré con los más jóvenes.
7 comentarios:
Johnny Marr, el genio en la sombra del superego de Morrissey. Se comenta la posibilidad de un reencuentro smithero. Tremenda la comparación entre la voz de Marianne Faithfull de los dos temas: 34 años no pasan en balde. Y muchos cartones de trujas consumidos tampoco.
Saludos.
Hola Deckard, aunque a ud. no le gustan, creo, estoy flipandolo con el "Chinese Democracy..." Que bueno, que bueno....
No soy de los que creen a pié juntillas que cualquier tiempo pasado fue mejor....en absoluto. Hemos cometido tantos fallos y hemos hecho tanta tontería.... pero también es cierto que en numerosas ocasiones el presente se sostiene por el pasado. Quiero decir que en los setenta hubo una eclosión musical de tremenda importancia.
Me alegro muchísimo que personas como tú reconozcan este hecho y hablen de estas personas y de este movimiento como se merecen.
Justo en este momento oigo por enésima vez el cd reciente de la Faithfull y aunque poseo prácticamente toda la discografía de la "dama oscura" éste cd me emociona porque es el testimonio más sincero de una vida vertiginosa.
Un abrazote y dentro de unos días colgaré en el blog mi "especial felicitación" para los amigos blogueros.
Licantropunk, si solo fueran los cartones de trujas... ¿Reunión de The Smiths? No sé si sería deseable y mucho se le tendrían que bajar los humos a bigmouth.
Chewie, el otro día vi un cartel en la calle del disco y no me lo podía creer. Me acordé de usted, claro, y de todos estos años hablando de él. Me empecé a reir y mi chica no entendía nada, claro.
Anro, hay que conocer las fuentes, desde luego, sino siempre serás un snob insulso. Yo tengo mi corazoncito mod, así que la música de los 60 y los 70 es el canon a partir del cual juzgo toda la demás.
Un saludo!
Grandes artistas los que rescatas en este genial post. Muy buenos los videos también. Saludos!
Deckard, que te había dejado aquí medio abandonadito! xD. El puto insti que no me deja tiempo ni pa cagar... Pero bueno ya estoy de vacaciones. Me ha gustao el post, se ve que realemnte te apasionan las BSO's, aunque a mí me va más James Newton Howard.
Para mí lo mejor del año en el plano musical sería...
"Only By The Night" de Kings of Leon (me pierde su mezcla de garage rock y rock sureño, sobre todo la tremenda "Cold Desert").
"Monster" de Oomph!, grupo de metal industrial bastante desconocido.
La BSO de "The Happening" de James Newton Howard.
El "Red ALbum" de Weezer no está mal, pero se han relajado y ya no hacen cosas como las de antes.
He escuchado un poco del nuevo de The Killers ("Day & Age") y me produce más bochorno que otra cosa...
Y no sé, este año he estado escuchando mucha música, pero le he dado más cancha a la de años pasados...
Enfin, que felices fiestas!xD
Ah, te recomiendo My Blueberry Nights, que es muy bonica y tiene una BSO cojonuda.
FELIZ AÑO, amigo Deckard. A ver si este 2009 nos trae alegrías y alguna que otra cogorza.
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