hacer un rápido y ligero repaso a las películas que he
visto en lo que llevamos de año. A ver si me acuerdo
de cómo se hacía. El orden es por fecha de
estreno.
EL ARTE Y LA CULPA: EXPIACIÓN (Joe Wright)
Interesante adaptación literaria que se abre con una absorbente secuencia de precisión milimétrica, se expande con las consecuencias de los hechos narrados al principio y se cierra con un sorpresivo final que nos da las claves para entender el sentido profundo de todo lo anterior. Fascinante Keira Knightley y estremecedor James McAvoy. Dos fallos a apuntar: la empalagosa fotografía y la incapacidad para transformar la metáfora literaria en materia cinematográfica. Ah, y el famoso plano secuencia de la playa, que tanto ha sido criticado, es excesivo y gratuito, sí, y por eso mismo posee una extraña belleza.
SALLERTSE Y SARRAB: EN EL VALLE DE ELAH (Paul Haggis)
Es mejor que la irritante “Crash”, pero no lo suficientemente buena como para modificar mi impresión de que Haggis no es más que un guionista listillo al que le vienen grandes los temas que trata en sus películas. Sus trampas a lo Fu-Manchú cuelan en una de James Bond, pero no en una reflexión sobre el racismo o la guerra de Irak. Lo mejor: el conmovedor estoicismo de Tommy Lee Jones.
¡QUÉ VIVAN LOS DE LETRAS!: LOS CRÍMENES DE OXFORD (Álex de la Iglesia)
Lo que resulta molesto de este filme es que comienza siendo un simpático homenaje a Hitchcock y acaba convirtiéndose en un vulgar “whudunit?” (“¿quién lo hizo?”), algo que el maestro aborrecía y con razón. Los esfuerzos por dotar a la trama de cierta densidad filosófico-matemática van cayendo en saco roto a medida que avanza la enrevesada trama y la insistencia en ello acaba resultando ridícula. Se confunde complicación con complejidad. Eso sí, la exuberante presencia de Leonor Watling justifica por sí sola el precio de la entrada, otra cosa es la nula credibilidad que aporta a su personaje; en lo cual anda a la par con Elijah Wood. Para mí, la peor película de Álex de la Iglesia desde “Acción Mutante”.
UN MAL DÍA EN RUMANÍA LO TIENE CUALQUIERA: 4 MESES, 3 SEMANAS Y 2 DÍAS (Cristian Mungiu)
Estupendo filme cuya fuerza radica en el rigor de supuesta en escena, pero al que han cargado con una losa demasiado pesada: ser la última esperanza blanca del cine de autor europeo. Yo salí con la sensación de haber conocido a un director prometedor que sabe trascender los límites de una historia muy sencilla que transcurre en una única jornada (algo por lo que siento cierta debilidad). La cámara persigue de forma obsesiva a una mujer admirable dispuesta a hacer grandes sacrificios para ayudar a una amiga bastante irresponsable. Lo mejor es el equilibrio que mantiene entre el realismo casi en tiempo real y la metáfora sobre el totalitarismo, sin renunciar al suspense que surge de la situación. También es justo señalar el descubrimiento de una gran actriz, Anamaria Marinca, cuyo nombre en la ficción, Otilia, le hará cierta gracia a mi padre.
To be continued...
