24 agosto, 2006

ESPIRITUALIDAD, FANTASÍA Y ¡OH, SORPRESAAA! EL CINE DE M. NIGHT SHYAMALAN


Mañana se estrena en España una de las películas más esperadas de la temporada, una de esas en las que se pasa lista para ver si falta alguien. Además, conociendo la tendencia a los giros inesperados del director (a estas alturas sería mejor decir más que esperados), conviene verla el día del estreno por miedo a que algún desaprensivo te la destripe (lo que ahora llamamos "spoiler", vamos). Hay quien piensa que este tipo de giros desvirtúan en cierta medida el cine de Shyamalan por considerarlo excesivamente tramposo con el espectador, pero hoy trataré de demostrar que esto no es así.
A falta de conocer su primera película, "Los primeros amigos" ("Wide awake", 1998), creo que es un buen momento para hacer una valoración de la obra del que, sin lugar a dudas, es el autor de cine fantástico más interesante de su generación. Muchos le consideran el sucesor de Steven Spielberg y, por una vez y sin que sirva de precedente, esta típica afirmación de presentador de noticiario desinformado está bastante justificada (a veces me pongo a pensar si el resto de la información que dan estará tan documentada como la de cine y me echo a temblar). El estilo es distinto, pero el sentido de lo fantástico que tienen ambos es muy similar: el hombre normal y corriente enfrentado a hechos extraordinarios que le superan y que le hacen evolucionar al ponerse de manifiesto sus prioridades vitales. No es algo que se pueda generalizar a todos sus films, por supuesto se trata de una simplificación, pero no cabe duda de que es una característica recurrente. En "El sexto sentido" (1.999) el psicólogo infantil interpretado magníficamente por Bruce Willis tiene que tratar a un niño que ve espíritus para aceptar la existencia de vida más allá de la muerte y así prepararse para afrontar la suya propia. Shyamalan evita, de forma inteligentísima, cualquier referencia religiosa, ya que en realidad lo que le interesa es el componente metafórico para mostrar un sentimiento que impregna toda su obra: el hombre moderno ha olvidado lo extraordinario de la vida por culpa del trabajo, las responsabilidades o alguna circunstancia trágica que le ha sumido en una profunda depresión y la esperanza se encuentra en los niños, que todavía se mantienen inocentes y no han perdido el contacto con esa magia. Este cariño por la infancia, como espacio para la fantasía que nunca se debe perder, es algo que también le emparenta al director de "E.T.".
Alguien dirá: "vale, muy bonito pero, ¿qué justifica que se nos oculte hasta el final que Bruce Willis está muerto?". Para mí, está justificado por varios motivos:
1. Vista posteriormente, en ningún momento se puede decir que Shyamalan engañe al espectador. Sí, nos oculta una información fundamental, pero decidme un buen narrador de historias que no se guarde lo mejor para el final.
2. Hay quien dice que toda la película está basada en la sorpresa final y que, por lo tanto, si la conoces nada funciona. Nada más lejos de la verdad. Lo que perdemos en factor sorpresa, lo ganamos en intensidad dramática. Además, se puede apreciar mejor la tremenda sutilidad narrativa. No es como si en "C.S.I." conocieras la identidad del asesino y la forma de cazarlo, por ejemplo.
3. La intención final de Shyamalan es que nos demos cuenta de todo a la vez que el protagonista, potenciando así la identificación del espectador con éste. De no ser así, el film podría haber resultado mucho más frío.
Por todo ello, creo que nuestro hombre juega siempre limpio con el espectador porque lo que busca es proporcionarle una experiencia intensa y enriquecedora. Para ello, como todos los grandes narradores juega con las expectativas del espectador / oyente / lector para manipularle y llevarle a donde él quiere. Con la enorme cultura visual que atesora incluso el más ignorante de los espectadores actuales eso es cada vez más difícil, de ahí su gran mérito. No creo que hoy en día nadie se atreva a decir que "Psicosis" solo funciona si no sabes que Vivien Leigh es asesinada brutalmente en la ducha y que el asesino es Anthony Perkins disfrazado de su madre muerta o que "La huella" es un bluff cuando sabes que el inspector es el mismo Michael Caine. O quizá sí.
La siguiente obra de Shyamalan fue "El protegido" ("Unbreakable", 2000). Por lo que he podido testar entre amigos y críticos existe bastante unanimidad en considerarla como la mejor realizada por él hasta la fecha. No lo voy a discutir porque estoy de acuerdo. De hecho, a la vista de las escenas descartadas en el DVD, tengo que decir que el de Philadelphia debía andar especialmente inspirado porque recuerdo que, en contra de lo que suele suceder en estos casos, eran todas estupendas.
Al parecer, la idea de partida era confeccionar una trilogía en la que se iba a contar la trayectoría de un super-héroe desde que tomaba consciencia de sus poderes hasta... quizá algún día lo sepamos. El fracaso en la taquilla truncó las expectativas y, de momento, nos tenemos que conformar (que no es poco) con la primera parte de esa supuesta trilogía. Ha habido varios rumores desde entonces sobre retomar el proyecto, pero nunca ha llegado a concretarse nada.
Pero bueno, no vale la pena lamentarse por lo que no tenemos cuando en lo que sí tenemos hay mucho y bueno donde rascar. Quizá gran parte de las simpatías que despierta este film de culto se deban a la identificación adicional que proporciona a los amantes de los cómics. No es este mi caso, ya que no soy un gran aficionado a ese noble arte, pero una de las grandezas de esta gran película radica en que es capaz de transmitir y de hacer entender al neófito la pasión que despiertan en algunos los cómics de super-héroes. En todo caso, creo que, al igual que ocurría en "El sexto sentido" con los fantasmas, los cómics son como el "McGuffin" que le sirve al director de origen hindú para dar un nuevo giro de tuerca a la antes mencionada metáfora del hombre moderno.
El argumento es de todos conocido, así que obviaré los detalles. De nuevo nos encontramos con Bruce Willis, esta vez interpretando a Dunne, un hombre deprimido y desencantado con la vida. Es consnciente de no haber desarrollado todo su potencial, pero a la vez es incapaz de hacer algo para cambiar la situación por miedo a perder a su esposa. Sin embargo, está a punto de perderla de todas formas porque ella está harta de soportar sus depresiones y su falta de interés. Poco a poco se nos va desvelando que este hombre posee unos poderes especiales, que le hacen irrompible (como señala el más apropiado título original). Además, puede ver futuros comportamientos criminales con solo tocar al autor. Empieza a recuperar el interés por esos poderes olvidados debido a que ha sido el único superviviente de un fatal accidente de tren. En ese momento, conoce a Elijah Price (interpretado con brillantez por el últimamente algo perdido Samuel L. Jackson), que, al contrario que él, sufre una grave enfermedad por la cual se le rompen los huesos con extrema facilidad. Es estremecedor el plano en el que se muestra el nacimiento de éste. Es la persona que, aficionada a los cómics como es, le empieza a hablar de sus supuestos superpoderes. Por otra parte, de nuevo es un niño (volvemos a la magia perdida de la infancia), el propio hijo de Dunne, el que le anima a desarrollar esos poderes; añadiendo el elemento de la paternidad a la ya de por sí rica temática de la película. Finalmente, Dunne decide hacer uso de sus poderes y sabemos que fue Elijah el que provocó el accidente de tren (y otros muchos) con la intención de encontrar a su antítesis. Rizando el rizo, el super-héroe descubre que debe su nueva condición al super-villano. No creo que nadie pueda negar la lógica aplastante de la narración.
La semana que viene continuaré con el resto de la obra de Shyamalan, incluyendo "La joven del agua".

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Este director es quizá el único por el que tiemblo sólo de saber que hay una película esperando. Porque actualmente es uno de los pocos que conserva todavía el gusto por el detalle, por los silencios, por la narración puramente visual sin que ello suponga acción y efectos especiales gratuitos. Para mucha gente es un director que narra de forma lenta y que "aburre" pero para mi es el entretenimiento puro y duro precisamente por eso. Por dedicarse a contar de la mejor manera posible preocupándose de las cosas que se ven y que no se dicen. De las miradas y de los gestos.

DECKARD dijo...

Suscribo todo lo dicho.

Un saludo.