¡VACACIONES SANTILLANA!

Seguro que recuerdan aquellos anuncios en los que unos niños cantaban alegremente: “¡Vacaciones Santillana!”. Yo mismo sufrí en mis propias carnes la tortura de tener que completar alguno de esos odiosos libros de deberes veraniegos. Más tarde, ya en el instituto y en mis años universitarios, me tuve que enfrentar con la difícil tarea de estudiar en verano para superar los exámenes de recuperación en septiembre.

Pues bien, hoy, veinte años después, parece como si el tiempo no hubiera pasado. De hecho, y no es por presumir (bueno, sí), mi aspecto general sigue siendo estupendo, como se puede apreciar en la foto de la izquierda. Notarán un cierto parecido con el joven Harrison Ford. No es casual, mis creadores me hicieron así. Gracias a ello, nunca me ha faltado el afecto del sexo opuesto. Incluso, he visto como rudos hombretones se debatían entre serias dudas sobre su verdadera sexualidad ante mi presencia. Vamos, que hasta Brian de “Queer as folk” las iba a pasar canutas para comerse una buena p... rosca, si decido pasarme a la acera de enfrente.

De nuevo, decía, me enfrento a unas vacaciones fundamentalmente dedicadas al estudio. Claro que ahora es solo una semana, en eso sí que se nota la diferencia entre estar trabajando y estudiar. Es el último sprint para el examen-oposición al que me presento el día ocho de octubre. Deséenme suerte porque la voy a necesitar. Mi futuro laboral está en mis manos y eso es, precisamente, lo que me preocupa.

Al menos, este fin de semana me espera un corto periplo por tierras salmantinas que espero disfrutar al máximo, ...si me dejan.