LAS GRANDES SERIES DE NUESTRAS VIDAS: UN INCISO.

Últimamente he estado dedicando una sección a las grandes series de nuestras vidas, entre las que (puedo anunciarlo ya) no constará ninguna española. Y es que no hay una sola que soporte la comparación con sus homólogas estadounidenses. Si el cine español está en pañales con respecto al de los USA, de la televisión más vale no hablar. Bueno, venga, sí que vale hablar, así nos reímos un rato.

La noticia que ha despertado en mí el deseo de escribir sobre este tema es que Telecinco ha comprado los derechos de “Aquí no hay quien viva”. Lo gracioso es que, como Antena 3 tiene registrada la marca, los nombres de los personajes y frases tan populares como “un poquito de por favor” o “presidente de ésta, nuestra comunidad”, nada de eso podrá ser utilizado en la nueva versión, que pasará a llamarse “La que se avecina” (al menos, el amenazante título es acertado). Sin embargo, sí estarán los mismos actores interpretando a los mismos personajes con otros nombres, salvo el triunfante Fernando Tejero.

He de reconocer que esta serie despertó mis simpatías al principio. Al menos, se trataba de un producto con un humor cabrón tipical spanish que emulaba al maestro Berlanga pasando por “13 Rue del Percebe” y “La comunidad” de Álex de la Iglesia. Podría haber sido una estupenda “sitcom” de media hora (formato que los americanos y británicos dominan con maestría), pero se la acabaron cargando debido a su larga duración y a la repetición de los mismos clichés. Ya conocen el cuento de la gallina de los huevos de oro.

Siempre que hablamos de las series españolas sale a relucir la falta de medios. Para qué gastarnos una pasta en hacerlo bien si el españolito de a pie es medio subnormal y no distingue un plano picado de un pincho de tortilla, deben pensar los productores y programadores. Lo más triste es que, generalmente, los resultados de audiencia les dan la razón. No he visto “Borat” todavía pero, por lo que sé, no estaría mal que se diera una vuelta por la España profunda para rodar la segunda parte. Es muy fácil reírse de los estadounidenses, pero series de calidad que en EEUU son seguidas por millones de personas llegan a España y pasan sin pena ni gloria, condenadas a horarios intempestivos o a la tajante cancelación. De ahí, creo yo, el éxito de este tipo de productos en DVD (aunque sea bajándoselos con el emule); es un placer no tener que sufrir los caprichos de los programadores, además de los interminables pases publicitarios.

La originalidad es otro concepto al que los responsables televisivos le tienen alergia. Y eso que yo soy de los que piensa que la originalidad no existe, pero al menos podrían hacer el esfuerzo de buscar fórmulas que aún no hayan sido explotadas hasta la saciedad. Me consta de primera mano que hay gente muy válida trabajando en el medio, pero por desgracia no son los que toman las decisiones. En cambio, estamos en el reino de la contraprogramación, aunque nunca había visto nada parecido a lo que ahora ha hecho Telecinco. En vez de evolucionar a mejor, después de ver los buenos resultados de series como “CSI”, que ellos mismos emiten, o de la estupenda “House”, parece que en la televisión patria siempre hay alguien dispuesto a caer más bajo. ¿Cuál será el siguiente paso? La mente de los programadores es tan insondable para mí que ni siquiera se me ocurre.