Otra semana en la que predomina el outlet cinematográfico. Las distribuidoras parecen dispuestas a deshacerse de los saldos antes del inicio de la temporada estival. Por destacar algo, mencionaré que se estrena de una forma inusualmente oportuna la representante española en el último festival de Cannes, “La soledad” de Jaime Rosales. Mi falta de entusiasmo se debe a que vi el alabadísimo primer film de este director, “Las horas del día”, y considero que es una buena prueba de que no es lo mismo ir de autor que serlo. No es lo mismo hacer una película fea que un retrato de la sordidez. No son lo mismo Robert Bresson (“Pickpocket”), John McNaughton (“Henry, retrato de un asesino”) o Krzysztof Kieslowski (“No matarás”) que Jaime Rosales. Y no sigo porque esto va a parecer la letra de una mala canción de Alejandro Sanz.
Otro estreno que incide en los ambientes marginales es “Black Snake Moan” del estadounidense Craig Brewer, director de la moderadamente alabada “Hustle & Flow” (film que le valió una nominación al Oscar a su protagonista, Terrence Howard). Christina Ricci interpreta a una prostituta ninfómana (el corrector de Word es puritano que te cagas, ¿por qué me subraya en rojo estas dos palabras? Anda, también me subraya “cagas”; lo que yo te digo: más que un corrector lingüístico parece un corrector político). Ejem, a lo que iba: resulta que una especie de miembro del movimiento Pro-Familia a la americana con unas ideas muy propias sobre la asignatura de Educación para la Ciudadanía, interpretado por Samuel L. Jackson, trata de reeducarla con métodos tan edificantes como encadenarla mientras le lee pasajes de la Biblia. ¿Le leerá el de “Ezequiel 25:17” (je,je)? La Ricci ha confesado que está harta de papeles lolitescos con una fuerte carga sexual, así que puede ser la última oportunidad de verla en todo su esplendor. La verdad es que la comprendo perfectamente porque desde hace unos años parece que no haya otra actriz de su edad en EE.UU. que se atreva a hacer lo que ella hace. Ah, también pasa por allí Justin Timberlake, que parece volcado en su carrera cinematográfica, aunque, escuchado su último disco, tampoco parece que descuide la musical. Te odiamos cordialmente, Justin.


Mucho nivel en el reparto de “Black Snake Moan”, pero el título de estreno más glamouroso de la jornada le corresponde a “Entre mujeres”. Ante las cámaras: Meg Ryan (la reina destronada de la comedia romántica en busca de la corona perdida), Adam Brody (el encantador Seth Cohen de “The OC” tratando de abrirse un hueco en el cine) y Elena Anaya en un brevísimo papel con el que sigue en su empeño de afianzar su carrera en Hollywood. Tras las cámaras: Jonathan Kasdan, hijo del añorado Lawrence Kasdan, que ejerce las funciones de productor y que ya dirigió a Meg Ryan en la flojita “French Kiss” (1995). Digo lo de “añorado” porque desde esa maravilla que es “El turista accidental” (1988) y la estupenda “Grand Canyon” (1991) no ha vuelto a hacer nada semejante, aunque me gustó la muy vapuleada “Mumford” (1999) y disfruté a ratos con el aliento a rancia serie B de “Dreamcatcher” (2003), pero de alguien cuya contribución a las sagas de “Star Wars” e “Indiana Jones” fue decisiva uno espera mucho más. El hijísimo se ha baqueteado como guionista de “Dawson crece” y confiesa haber buscado el consejo de su padre siempre que ha podido, así que algo bueno tendrá la película. La misma Ryan la ha definido con una frase digna de figurar en los diálogos de “El juego de Hollywood” (Robert Altman): “es ’El graduado’ con cáncer”.
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5 comentarios:
Gracias por este racconto de estrenos. El afiche de la película con Ricci está muy bueno y parece la prioridad a ir a ver. Saludos!
No sé si es la mejor frase de promoción para una película la que pronuncia Meg Ryan a propósito de "Entre mujeres".
En cualquier caso, la referencia a "El graduado" no es nada gratuita. El film de Mike Nichols es uno de los clásicos más queridos por los estadounidenses.
Un saludo.
La de Rosales pinta bien, parece que es uno de los pocos directores que filma conversaciones en España con planos largos sin que tengamos ganas de cortarnos las venas. La soledad, apuntada queda. Aprovecho para recomendar Las horas del día, su anterior film.
¿Meg Ryan? No me la pierdo.
Por cierto, acabo de leer una entrevista realizada a duo entre Jaime Rosales y Pedro Aguilera. Dice Rosales: "siento un enorme placer con un plano fijo en el que no ocurre nada". Dice Aguilera: "yo también siento un placer personal viendo crecer la hierba". Vaya, vaya.
Gran blog. Saludos.
Budokan, de nada, hombre, es usted muy amable.
Cineahora, puedo entender que en su momento "El graduado" llamara la atención de la pacata sociedad estadounidense, pero actualmente no escandalizaría ni a los gemelos polacos. Bueno, a esos sí, pero son los únicos. Formalmente está más pasada que un vídeo de Esteso y Pajares. Sí, exagero, pero no mucho.
Dani Lebowski, puedo ver el esfuerzo que hay en "Las horas del día", pero me pareció totalmente baldío.
Licantropunk, sea usted bienvenido. Pues hay que reconocerle a Rosales que su cine es coherente con sus ideas, pero a mí me fascinan los planos secuencia en los que pasan muchas cosas.
Saludos a todos!
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