
Hoy estaba dudando entre escribir sobre la famosa portada secuestrada del “Jueves”, elevada a la categoría de mítica por la vía judicial, las simpáticas declaraciones de Anasagasti sobre la pandilla de vagos que veranea a nuestra costa en Mallorca o mis vacaciones con un alto contenido musical. Me encontraba escribiendo sobre esto último, cuando me he enterado del fallecimiento de Ingmar Bergman, así que mis “ocurrentes” observaciones sobre los conciertos a los que he asistido este verano tendrán que esperar. No tengo tiempo para hacer la encendida defensa de Bergman que me gustaría, solo diré que ha muerto el gran maestro, junto a Hitchcock y Polanski, de la violencia psicológica. También ha muerto el rey de los conflictos familiares irresolubles y el filósofo racional enfrentado al silencio de Dios. Ya no volveremos a disfrutar de esa admirable puesta en escena en la que lo real, lo soñado y lo sobrenatural podían ocupar el mismo plano y de la que gente como Woody Allen reconoce haber aprendido tanto (véase la bergmanianísima escena de los espectros en “Match Point”). “Saraband” quedará como su film póstumo y es un más que digno cierre. La última película que he visto de él es “El manantial de la doncella”, una dura y oscura versión adulta del cuento de la Caperucita Roja. Es bella y estremecedora a la vez, sensación que me suele acompañar ante sus mejores films. Lo mejor es que todavía me quedan unas cuantas películas suyas por ver, así que, como suele suceder con todos los grandes del arte, seguirá vivo para sus admiradores durante mucho tiempo. Bergman ha muerto, ¡viva Bergman!
Vía: elmundo.es
4 comentarios:
Bienvenido. Espero se lo haya pasado bien.
No comparto son entusiasmo con Bergman.
Me gustan sus películas de la segunda mitad de los 50's... y las penúltimas ("Fanny y Alexander" y "Las mejores intenciones")
El resto me aburre someranamente.
Aún así me caía simpático y le reconozco grandes virtudes (no es el caso de Antonioni, por ejemplo)
Saludos.
No he visto mucho Bergman, pero si lo suficiente como para lamentar su perdida.
No puedo evitarlo, lo siento, odio a Bjork con todo mi alma.
¡Un saludo!
Acabo de ver "El Séptimo Sello". Hay escenas que simplemente consiguen ponerte los pelos de punta. Si tengo pesadillas esta noche será con una pálida imagen de la muerte cubierta con una capucha. Y eso sin hablar del conflicto teológico que se despliega en la pantalla. Un grande, seguro.
Saludos
Roski, como ya he comentado en su blog estamos más de acuerdo en Bergman de lo que parece.
Dani Lebowski, una de cal y otra de arena. Hay pelis de Bergman que no le recomendaría a nadie y con Björk me pasa lo mismo.
Licantropunk, "El séptimo sello" es de lo mejorcito de Bergman y, por extensión, de todo el cine europeo. Esa, que tuve la suerte de ver en el cine la primera vez, y "Fresas salvajes" fueron las películas con las que empecé a aficinarme a su cine porque otras como "La carcoma" o "Sonata de otoño" no me habían causado muy buena impresión. Vamos, que no pude con ellas.
Un saludo!
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