Siempre resulta complicado valorar un remake, si no has visto el original. Con esa sensación salí de la sala después de haber visto “The departed”. Me había gustado mucho, pero estaba lleno de dudas pensando en qué proporción los méritos eran de Scorsese y su equipo o del filme original. Ayer acudí a mi videoclub habitual con la esperanza de encontrar “Infernal Affairs”, sabiendo que se había editado en DVD en España con el absurdo título de “Juego sucio” (si no me equivoco, no llegó a estrenarse en cines). Así se lo hice saber al dependiente, un chico joven bastante majo y que parece más informado de lo habitual en los de su gremio, y eureka, allí estaba. Por fin iba a salir de dudas.
Lo normal es haber visto primero el original y luego la versión, pero yo experimenté el proceso inverso. Por otra parte, cuando un remake se pone en manos de un director del prestigio de Martin Scorsese, cabe esperar algo más que una simple adaptación. Una vez vista “Infernal Affairs”, uno constata que, siendo la historia de fondo exactamente la misma, ambos filmes resultan diferentes en cuanto al tratamiento visual (Scorsese lo ha hecho suyo, incluyendo esos guiños cinéfilos a “El tercer hombre” de Carol Reed) y también complementarios, ya que las variaciones de guión introducidas contribuyen a enriquecer (no diré mejorar) el filme original.
Ambos filmes coinciden en narrar las vidas de los dos protagonistas de forma paralela hasta el momento en el que, inevitablemente, sus destinos se cruzan. En el americano, Matt Damon interpreta al infiltrado de la Mafia irlandesa en la policía de Boston (Massachussets), mientras Leonardo DiCaprio se encarga del policía infiltrado en la Mafia. En el filme hongkonés, esos papeles recaen sobre Andy Lau (“La casa de las dagas voladoras”) y Tony Leung (“In the mood for love”, “2046”), respectivamente. Todos ellos, por tanto, grandes estrellas internacionales. Cabe decir que están todos perfectos en sus papeles y sería injusto destacar a alguno. Podría defender las magníficas interpretaciones de DiCaprio y Damon, actores a veces injustamente denostados, pero creo que ya se defienden bien ellos solitos. Sí me gustaría destacar la magnífica labor de los secundarios: Alec Baldwin, Mark Wahlberg y Martin Sheen, así como el magnetismo que desprende el maestro Jack Nicholson. El filme se abre orgiásticamente con su voz en off sobre las notas del tema de los Rolling Stones “Gimme shelter”.
La primera diferencia entre los dos filmes que se constata es la duración: 151 min en el caso de “The departed” y 96 min en el de “Infernal Affairs”. Casi una hora de diferencia, que no se hace nada larga porque es inteligentemente utilizada para desarrollar algunos personajes (sobre todo el de Jack Nicholson, por supuesto) y determinadas situaciones (particularmente las que incluyen algún tipo de violencia). Esto último es bastante llamativo, teniendo en cuenta la tendencia a la pirotecnia del cine de acción hongkonés, que es una de sus marcas de fábrica. Se puede decir que, salvo en su acelerado tramo inicial y en algunos flashes visuales de dudoso gusto, el ritmo de las imágenes es bastante pausado e incluso ceremonial en algunos pasajes (cabe destacar en ese aspecto el espléndido trabajo del operador Christopher Doyle, conocido por sus trabajos para Wong Kar Wai). Tampoco es que Scorsese se recree especialmente en la violencia, las escenas de este tipo resultan más cortantes que otra cosa, a lo cual contribuye el siempre espléndido trabajo de la que es, probablemente, la mejor montadora del planeta: Thelma Schoonmacher (quizá solo igualada por Michael Kahn, la mano derecha de Spielberg en esas labores). En ambos filmes prima el suspense y el drama sobre la acción.
Un detalle de guión que considero muy inteligente por parte del adaptador, William Monahan, es haber reunido en un solo personaje femenino a los tres que aparecían en “Infernal affairs”. Así consigue que en “The departed” la única mujer del reparto (interpretada por la desconocida Vera Farmiga) tenga un papel más que relevante frente a lo deslavazadas que estaban las del filme original. Por otra parte, las mayores diferencias se concentran en el desarrollo final de la historia, que no quiero desvelar. Solo diré que ambos son coherentes con la evolución de los personajes y, por tanto, ambos están bien y son igualmente trágicos. Quizá se le puede achacar al filme americano un epílogo en exceso previsible y convencional.
El autor neoyorkino ha logrado su película más sólida de los últimos años dentro del género en el que más cómodo parece sentirse y al que ha proporcionado algunas Obras Maestras como "Goodfellas" o "Casino". Ya no va a sorprender a nadie, pero es una gozada ver este thriller narrado con el pulso clásico de su autor. El manejo del espacio, el punto de vista y el tempo narrativo son magistrales. El espectador nunca se pierde en la maraña de personajes de ambos bandos, ni en las complejas escenas de seguimiento por parte de la policía.
Del filme de Hong Kong han aparecido dos secuelas que desconozco y de las cuales no he visto noticias de su edición en España.
5 comentarios:
Me muero por ver a Scorsese.
A mi, al contrario que a medio mundo, me gustó moderadamente EL AVIADOR y considero GANGS OF NEW YORK una obra maestra.
Creo que está en un buen momento de forma. Y con un buen guión puede hacer maravillas.
Saludos.
"El aviador" era algo irregular, pero tenía momentos brillantes. "Gangs of New York" es magnífica, pero quizá se le notan demasiado algunos recortes de metraje.
Scorsese sigue conservando su gran capacidad para narrar con imágenes.
Saludos.
Que le haya gustado me llena de alegría. esta película sí que hay que hablarla con una buena Guiness en plan taberna escocesa.
Un abrazo.
Al igual que tú, primero vi la de Scorsese y, apenas 2 días después, visioné el original asiático. La verdad es que estoy bastante de acuerdo con lo que expones (salvo que Casino sea una obra maestra, no llega a tanto). Por cierto, realmente eran 3 chicas en el original? Andaría distraído, yo apenas conté 2 personajes... Por cierto, qué te pareció el uso de los flashbakcs en el original? (para mi destrozaban varios momentos cumbre...) (Es a eso a lo que te refieres con flashses de dudoso gusto?)
Un saludillo.
A mi me pasó lo contrario, vi primero la hongkonesa. Esta circunstancia probablemente repercutió (negativamente) en mi opinión sobre The Departed, que me resultó más sencilla, simplificada, por no decir simple, y fácil de digerir por grandes audiencias (p.e. el final que cierra el círculo) que Infernal Affairs. En definitiva, más plana, ingenua y sin la ambiguedad, ni la ambivalencia moral de la asiática que, sin ser una maravilla, y a pesar de su esteticismo à la Heat, sí que me parece más compleja y adulta.
Por supuesto M. Damon lo peor, y J. Nicholson en su centésima repetición histriónica de J. Nicholson.
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