26 octubre, 2006

DISCURSO POSTMODERNO



El pasado viernes el famoso escritor Paul Auster recogía el premio Príncipe de Asturias de las Artes y basaba su discurso de recogida en la idea de la inutilidad del arte. Venía a decir que precisamente la capacidad de hacer cosas sin funcionalidad alguna era lo que definía a los seres humanos y los diferenciaba de los animales. Se sentía, por tanto, orgulloso de dedicarse a un oficio tan inútil como el de escritor. Toda una lección de humildad.

Durante siglos el hombre ha tratado de explicar lo que es el arte desde distintas ideologías, religiones y puntos de vista. La pelota ha ido de los paganos clásicos, que relacionaban lo bello con el equilibrio y con el bien, al mundo cristiano, que relacionaba la belleza con Dios. En el fondo, la misma idea. La visión del arte como expresión individual, más allá de una pura cuestión de funcionalidad religiosa o social es relativamente reciente y sus precursores tuvieron que sufrir los insultos y el desprestigio por parte del establishment artístico de la época. Estoy hablando de la segunda mitad del siglo XIX. Sin tratar de pormenorizar, primero fueron los románticos, a los cuales siguieron los impresionistas, los fauvistas, los expresionistas, los surrealistas y todos los “istas” habidos y por haber. El gran ideólogo de esta generación fue, sin lugar a dudas, Sigmund Freud, cuya idea del subconsciente les proporcionó una base científica para justificar la subjetividad y el individualismo que implicaba su labor. El conflicto entre los que consideran que el arte ha de estar al servicio de bienes mayores (política, religión, etc.) y los que lo toman como algo lúdico o como un medio de expresión personal sigue vigente. Adivinen de qué lado estoy yo.

Volviendo a las palabras de Mr. Auster, creo que en la era postmoderna en la que vivimos no hay mejor forma de definir el arte. Una vez agotados todos los “ismos” del arte moderno, entramos en la época del todo vale (“Anything goes”, como cantaba una exultante Kate Capshaw en los créditos iniciales de “Indiana Jones y el Templo Maldito”. Toda una declaración de intenciones de su autor, Cole Porter, que Spielberg y Lucas asumían como propia). ¿Será que las historias del autor neoyorquino tienen mucho que ver con su visión del arte? Porque, si considera que el arte es algo inútil, escribir sobre él es lo más innecesario del mundo y, por tanto, se trataría de la manifestación suprema de lo artístico. Eso es el metalingüismo, arte que trata sobre arte, historias que tratan sobre otras historias. Eso es la postmodernidad y el creador de “Auggie Wren’s Christmas story” un buen candidato a gran ideólogo del movimiento. ¿Se les ocurre uno mejor?
Por cierto, poner un blog y hablar sobre arte es más inútil todavía. Así me siento menos animal,... excepto cuando hablo de Scarlett, claro.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

UEEEEE, el GRAN GRAN Paul en este blog!! Ahora ya si que es una página de prestigio internacional!! Haciendo cosas inútiles, este es uno de los mejores (véase guiño a woody allen en esta frase, por aquella sobre el sexo sin amor)Me gusta La trilogía de Nueva York (¿el mejor?), la música del azar, leviatán y el palacio de la luna. menos: mr vertigo o tombuctú. y las últimas, también alucinantes, sobretodo El Libro de las Ilusiones, donde es tan Kafka como siempre, y se lee de una forma muy entretenida, muy "enganchado".son fantasticas las historias dentro de la historia en sus obras, si, o los recursos como la literatura en forma de apuntes a pie de página, aunque eso es lo de menos, su universo extraño, con los destinos marcados totalmente por el azar (con la de gente que hay que opina lo contrario, por sorprendente que parezca) es necesario para la vida, no es tan inutil el arte, no, estariamos peor si paul nos dejara solos, aunq vale, sea cierto que no es que sea que le necesitamos para no extinguirnos, vale) P.D. La Trilogía me parece genial, viniendo el autor como venía, de la novela policiaca alimenticia (dejo para lo que voy a decir un momento de lado sus poemas y ensayos), aquello fue un momento de policiaco-auster irrepetible,aunque sólo un poco, porque de veras q este hombre es genial.

Roski dijo...

Señor DECKARD podiamos hablar largo y tendido de lo que es la Postmodernidad (uno de mis temas preferidos....sí, tengo una vida muy triste).

Y hablar sobre la inutilidad no es algo expecíficamente postomderno. Lea el prefacio de "El retrato de Dorian Gray":

"El artista es el creador de cosas bellas"

[...]

"Son los escojidos aquellos para quienes las cosas bellas sólo signifiquen Belleza"

[...]

"Podemos perdonar a un hombre que haga una cosa útil, con tal de que no la admire. La sola excusa de hacer una cosa inútil es admirada inmensamente"

"Todo es completamente inútil"

Y Oscar Wilde no era postmoderno.

Saludos.

DECKARD dijo...

“El trabajo es el refugio de los que no tienen nada que hacer”.

“Haría cualquier cosa por recuperar la juventud... excepto hacer ejercicio, madrugar o ser un miembro útil de la comunidad”.

“Lo único capaz de consolar a un hombre por las estupideces que hace, es el orgullo que le proporciona hacerlas”.

“Ser natural es la más difícil de las poses”.

“Detesto la vulgaridad del realismo en la literatura. Al que es capaz de llamarle pala a una pala, deberían obligarle a usar una. Es lo único para lo que sirve”.

“Un capricho se diferencia de una gran pasión en que el capricho dura toda la vida”

“Ningún gran artista ve las cosas como son en realidad; si lo hiciera, dejaría de ser artista”.

“Después de todo, ¿qué es la moda? Desde el punto de vista artístico, una forma de fealdad tan intolerable que nos vemos obligados a cambiarla cada seis meses”.

Si el autor de todas estas frases no era un postmoderno, a pesar de haber muerto hace más de un siglo, yo ya no sé quién puede serlo.

Saludos.