29 noviembre, 2006

ROYALE, PERO SIN QUESO: "CASINO ROYALE" (MARTIN CAMPBELL)



En 1967 “Casino Royale”, la primera novela de la serie Bond escrita por Ian Fleming, sufrió una disparatada y confusa parodia cinematográfica a manos de John Huston, Val Guest, Ken Hugues, Robert Parrish y Joe McGrath. Esto se debió a que los productores de la serie oficial, Saltzman y Broccoli, no habían conseguido los derechos. Lo más memorable que ha quedado de aquella desafortunada (aunque, a ratos, simpática) película es el gracioso tema musical compuesto por Burt Bacharach e interpretado por Herb Alpert & The Tijuna Brass. Digo “desafortunada” porque cabía esperar mucho más de una reunión de talentos semejante: el mencionado Huston, Orson Welles, Peter Sellers, Woody Allen, David Niven, etc.

Esta nueva y remozada versión, nada tiene que ver con aquella. Estamos ante el entierro definitivo de Bond... James Bond como icono Pop y entramos en la era del adrenalítico héroe de acción. Una vez visto el filme, se entiende perfectamente la elección del cachas, a la vez que buen actor, Daniel Craig, ya que habría resultado de todo punto imposible hacer creíble que Pierce Brosnan, aún utilizando dobles, ejecutara semejantes hazañas físicas. La intención es bastante arriesgada: presentarnos a un Bond primigenio después de 40 años de historia y más de 20 filmes. Nos cuentan su primera misión como agente 007, cuando todavía no es el tipo refinado y cultivado en el que se irá convirtiendo gracias a la experiencia. Más bien se trata de un tipo violento, brusco, seco, lacónico y expeditivo, como demuestra la intensa primera secuencia en blanco y negro, que a mí me pareció que tenía un cierto aire a lo J.J. Abrams por el montaje paralelo de diálogo y escena de pelea en flash back, así como por su tono irónico. De ahí pasamos a la típica secuencia de créditos, bastante inspirada en lo que se refiere a la animación, pero desvirtuada por la peor canción de la ya larga historia de la saga, Sí, han conseguido lo impensable, superar en maldad al tema interpretado por Madonna para “Muere otro día” (2002).

La primera escena de acción tras los créditos es de esas que justifican por si solas el pago de la entrada. Vamos, que cuando acaba te relajas y piensas: “todo lo que venga a partir de ahora será de propina”. Bueno, lo cierto es que termina siendo un problema porque en el fondo uno siempre espera que al final se superen y en este caso no es así, lo cual genera cierta descompensación. En todo caso, a estas alturas y con lo que uno lleva visto, es de agradecer que se sigan rodando secuencias capaces de dejarte agarrado a la butaca. Todo en ella resulta intachable: desde la perfecta planificación clásica teniendo en cuenta el punto de vista, la situación espacial y el ritmo, hasta los toques de humor, pasando por todo un repertorio de vertiginosos saltos, piruetas, puñetazos y disparos con una tremenda y hasta doliente fisicidad, que en estos tiempos de realidad virtual resulta un verdadero festín para el aficionado. Esto último es algo que se mantiene a lo largo de todo el filme y se revela como uno de sus aspectos más destacables. Ejemplo de ello es otra ejemplar escena de acción, esta vez sobre un camión, que se cierra con el mejor plano de toda la película: la muerte en off del malo mientras vemos la sonrisa de un triunfante 007. Este Bond es un fanfarrón, como siempre, pero no es infalible; se equivoca y sufre las consecuencias físicas por ello. Si han visto la estupenda escena de la tortura, lo entenderán. A la vez, va entrando poco a poco en el mundo de lujo y derroche que pueblan los malos a los que persigue con la fascinación de alguien que no procede de una clase social tan privilegiada. Asistimos a la primera vez que pilota el famoso Aston Martin del 64 o que viste un esmoquin, por ejemplo.

Otro elemento de los filmes Bond que los fans de la saga esperamos con ansiedad es la aparición de las chicas Bond. La primera en tomar protagonismo es la italiana Caterina Murino, que llena la pantalla con su contundente figura, pero se le notan ciertas limitaciones con el inglés. Más se hace esperar la muy apetecible Eva Green y la verdad es que no decepciona en absoluto. Mantiene unos estupendos diálogos con su partenaire masculino y ambos dejan muestra de una innegable química. La misma que tiene con la estupenda Judi Dench, que logra darle un interesante toque maternal al personaje de M. Quizá la parte más endeble del filme sea el poco partido que se le saca a un personaje tan ambiguo como el de Vesper Lynd. Hitchcock habría hecho virguerías con esa subtrama, sin embargo aquí está resuelta sin ningún sentido del suspense y de forma harto precipitada. Al final, parece que todo se disuelve en vez de resolverse. Siguiendo con los defectos, resulta igualmente molesto que en la larga partida de póker introduzcan constantes explicaciones por parte del personaje interpretado por Giancarlo Giannini sobre el transcurso del juego. Una de dos: o Martin Campbell reconoce su impericia a la hora de contar eso con imágenes o toma por tontos a los espectadores. No sé cuál de las dos opciones es peor. Le recomiendo que le eche un vistazo a “El golpe” (George Roy Hill, 1973) y, sobre todo, a “El rey del juego” (Norman Jewison, 1965). También se le puede achacar cierta confusión y atropello en el desarrollo de la investigación, pero eso es algo que los fans de la serie ya tenemos asumido de antemano.

En definitiva, me ha gustado este nuevo James Bond y creo que todavía le queda un gran futuro de la mano de Daniel Craig, pero podría haber sido aún mejor.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Después de habernos convencido para corrernos en navidad, y además por una buena causa (si no el mundo entero, uno por lo menos si que se queda bastante pacificado después..)ahora vuelve a convencer con su gancho habitual y su lengua plateada.. Es igual de dificil contenerse para acercarse a ver la nueva entrega Bond (y al nuevo Bond, y al nuevo planteamiento Bond) que contener el orgasmo en algunas ocasiones.
Sólo cabe esperar que este planteamiento tan fantastico y original, este héroe de acción en plan trepidante, mete-hostias y tal, que se debe y se justifica por el tema de los comienzos del personaje, no pierda el planteamiento que ahora es original, y sólo vale en "Casino Royale", durante las siguientes entregas. Ahora cuela, y se disfruta, pero espero no sea Bond lo mismo en lo que se están convirtiendo esos otros héroes pop como "Los Angeles de Charlie" o "Misión Imposible", personajes convertidos en las versiones fílmicas en héroes meteleches, de trepidante acción y piruetas imposibles, mega matrix, hiper kung fu.. Aunque en el caso de la Misión Imposible, sólo podría aplicarse en la 2 (vaya con el genio de Hong Kong..)y las otras dos serían más discutibles, además de no ser en absoluto malas peliculas. Bueno, sin ver la peli, ud. me asusta, y si como digo, por el planteamiento, en esta entrega cuela por el tema de que narra los principios del personaje, en las próximas esperemos encontrar a Bond y no a un angel de Charlie, despersonalizado como aquellas, y fuera no sólo de su concepto original, si no también de cualquier otro.

DECKARD dijo...

Parece que estamos ante una especie de "James Bond, año cero". A ver cómo va evolucionando a partir de ahora. Se supone que este tipo rudo se tiene que convertir en alguien refinado y culto.

Anónimo dijo...

¿Y si no es refinado y culto en ese momento (¿cuantos años tiene en la peli? ¿40? ¿38?) se supone entonces que se vuelve luego? Uuhm..

Anónimo dijo...

Bueno, pues a mí Casino Royale no me ha gustado mucho, la verdad. Es entretenida y tal, pero tiene un ritmo espanotoso, y Craig no me ha convencido lo que esperaba. Y yo era de los que no les importaba la elección de este oscuro Bond. Podeis leer más en mi humilde blog

Carles Rull dijo...

Sí. Lo único salvable de esa espantosa versión de los años 60 era la música de Burt Bacharach. En cuanto al nuevo Bond, Daniel Craig, y el tipo de espía más rudo y canalla que interpreta, me ha convencido.
Muy de acuerdo en que destaques que hay "estupendos diálogos", así como la mirada final de Bond al terrorista del aeropuerto. También está esa maravillosa escena de Vesper Lynd y Bond bajo la ducha y esa frase (grito) de réplica en la escena de la tortura.
Creo que el valor de las siguientes entregas dependerán, más que de los efectos visuales y la acción, de la calidad de los guiones. ¡Ojalá sea así!
Saludos !