

Lo mejor es empezar por el principio, que es bastante decepcionante: NO ESTABA SCARLETT JOHANSSON. Después de su aparición interestelar del año pasado (ver vídeo, atención al escote cuando saluda con la mano) nos dejó a todos con las babas en su sitio, cual perro de Pavlov sordo. Partiendo de este doloroso hecho, todo lo demás no podía ser más que un desfile de premios secundarios. Y los hubo, vaya si los hubo, porque por allí circulaba una no menos estupenda Rachel Weisz, una bellísima Penélope Cruz, una tremenda Beyoncé o la gran revelación de la jornada: Emily Blun (triunfadora en la categoría de, agárrense los machos que vienen curvas, Best Performance by an Actress in a Supporting Role in a Series, Mini-Series or Motion Picture Made for Television por “Gideon’s Daughter”). También estaban muy radiantes y guapas Reese Witherspoon (qué bien le ha sentado deshacerse de Ryan Philyppe), Naomi Watts y Rinko Kikuchi-Kuchi (la chica japonesa de “Babel” de rubia artificial). Cabría decir lo mismo de la sexagenaria (de sexo) Hellen Mirren, pero me da cosa que tenga la misma edad que mi madre. Eso sí, me entraron unas ganas locas de revisar “Excalibur” (John Boorman), ¿por qué será? Por cierto, fue premiada en las dos categorías a las que era candidata interpretando a Elisabeth I en el homónimo telefilme de la BBC, que también fue premiado en la categoría de Mejor Telefilme o Mini-Serie, y a Elisabeth II en “The Queen” (Stephen Frears), que también obtuvo el premio al Mejor Guión. Eso la convirtió, por tanto, en la gran reina de la noche (¿ven la relación?, creo que soy el primero que lo dice, je, je).
Otros premios importantes de la noche fueron para “Babel” (Mejor Drama), y “Dreamgirls” (Mejor Comedia o Musical), la nueva obra de Bill Condon (sin tilde, tontos), el de “Dioses y monstruos” y “Kinsey”. “Dreamgirls” también acaparó los premios a los mejores actores secundarios para Jennifer Hudson y (¡oh, sorpresa!) Eddie Murphy. Se puede decir que fue la gran triunfadora de la noche y habrá que tenerla en cuenta como posible candidata a los Oscars. Forest Whitaker ganó el premio al Mejor Actor Dramático por “The last King of Scotland” y, quienes lo han visto, dicen que ganará a todo el que se le ponga por delante porque está IM-PRE-SIO-NAN-TE. Me lo creo. Que ganara Meryl Streep por “El diablo viste de Prada” me la suda y el premio para el Mejor Actor de Comedia fue para Sacha Baron Cohen por “Borat”, que protagonizó el discurso de agradecimiento más divertido de la noche. Lo reproduzco:

Por fin conseguí una foto de la ceremonia
En su duelo particular, Martin Scorsese ganó el premio al Mejor Director por “Infiltrados” y Clint Eastwood el de Mejor Filme en Lengua Extranjera por “Letters from Iwo Jima”. ¿Mismo reparto que en los Oscars? Habrá que verlo. Ah, y “Volver” se quedó sin premio, pero es que ni Almodóvar lo esperaba. Más dolor me causó que “Cars” le birlara un merecidísimo premio a “Monster House”. La revancha en los Oscars, amigos.

2 comentarios:
La verdad es que se arriesgan poco los Globos, son unos premios bien aburridos ¿mejor serie de drama Anatomía de Gray? ¿Mejor actriz de serie la Sedgwick? ¿Otra vez Hugh Laurie? No sé, muy poco riesgo. Solo levantaba el evento Sacha. Qué pena perdérselo.
¿Y lo de Cars? Pero si Lasseter estaba durmiendo cuando la hizo.
Espero que den una paliza a Babel en los Oscars. Infiltrados, sin ir más lejos.
Por ahí he leído que los de la Asociación de la Prensa Extranjera tienen fama de ser un poco paletillos y de que les ciegan las estrellas. La verdad es que, si ves el listado de premios, hay muy poco criterio, aparte de muy poco riesgo.
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