Lo primero que cabe constatar tras el visionado del último filme de Christopher Nolan es que, salvo en el título, nada tiene que ver, como se rumoreó en su momento, con el clásico cómic de Frank Miller El regreso del caballero oscuro. De hecho, el Batman que nos presenta Nolan es opuesto al imaginado por el autor de Sin City, aunque no sería descabellado pensar que, tras treinta años de sufrir todo tipo de penalidades, acabase convertido en el envejecido, rencoroso y cínico antihéroe que proponía el reaccionario Miller. Christian Bale interpreta a un todavía joven e idealista héroe que mantiene una lucha por devolver la esperanza en la justicia a una ciudad dominada por el crimen organizado, a la vez que él mismo debe mantenerse limpio en pos de una superioridad moral sobre los enemigos a los que debe combatir. La elección del Joker y de Harvey Dent-Dos Caras como los villanos que van a poner a prueba las firmes convicciones morales adquiridas por nuestro héroe en el primer capítulo de esta saga, se revela, por lo tanto, acertadísima. Es de agradecer que en un filme de acción como el que nos ocupa se preste atención a las implicaciones éticas de todas las decisiones que adoptan los personajes; de ahí que la densidad argumental del mismo sea superior a la de cualquier otro producto de estas características, pero no conviene olvidar que estamos ante un carísimo artefacto destinado a convertirse en un blockbuster y a satisfacer, por lo tanto, las expectativas de públicos muy diversos.
Ahí radican las mayores deficiencias que se le pueden achacar. Y es que en más ocasiones de las que convienen a la credibilidad de la historia el ritmo acelerado que exige la acción hace que demasiadas cosas se den por hechas. Me refiero, por ejemplo, a la forzadísima elipsis con la que se resuelve la escena en la que el Joker aparece en la fiesta-homenaje a Harvey Dent organizada en el piso de Bruce Wayne. Éste último, ya como Batman, se lanza por la ventana a salvar de una muerte segura a su exnovia, mientras arriba ha quedado el Joker con todos los invitados como rehenes. De repente, saltamos a la siguiente escena, como si nada. Ejem, bueno, va, aceptamos que el Joker, viendo que no era su día, abandonó pacíficamente el edificio. Pero lo que sí resulta imperdonable (atención: spoiler) es que se pasa por encima de la muerte de Rachel Dawes con tal celeridad que al espectador apenas le da tiempo de digerirla (fin del spoiler). Tampoco la posterior evolución de Harvey Dent hacia el lado oscuro de la fuerza resulta del todo convincente por culpa de la atropellada evolución de los hechos. Se supone que la guinda la pone el Joker tras una conversación en el hospital, lo cual es tan inverosímil que, de nuevo, se recurre a una elipsis para dejar a la buena fe del espectador la credibilidad de lo que se cuenta. Luego dicen de George Lucas, pero él se tomó tres episodios para contar la evolución hacia el lado oscuro de Anakyn Skywalker, algo que aquí pretenden hacernos tragar en cinco minutos, y, claro, la cosa no cuela porque, lo siento por los mitificadores de Heath Ledger, pero el Joker no llega a tener la entidad en pantalla de otros grandes malos manipuladores de la historia del cine como el Senador Palpatine o Hannibal Lecter y eso se debe en parte a una sobreactuación que contrasta con las estupendas y contenidas interpretaciones de todos los demás miembros del reparto, con especial mención a Michael Caine y Morgan Freeman, la película resultaría fría como un cadáver sin ellos. Digamos que yo me decanto más por la escuela británica de interpretación y su relajación que por la norteamericana y su jodido método.
La conclusión para mí es clara: Nolan ha pretendido realizar un filme de acción espectacular sin renunciar a contar una historia de calado intelectual, pero creo que la tensión existente entre ambas pretensiones no acaba de resolverse de manera satisfactoria. Para mí es la menos buena de las películas realizadas hasta el momento por Nolan, incluyendo Batman Begins, no tiene uno de esos guiones de acero a los que ya nos había malacostumbrado. El protegido puede seguir tan ricamente disfrutando de su puesto de honor como el mejor cómic filmado de todos los tiempos. Shyamalan sí que supo renunciar a las esclavitudes propias del cine de acción para concentrarse exclusivamente en los personajes y en la historia. Todavía anda pagando el precio de semejante osadía.
5 comentarios:
No tienes ni puta idea, nene.
Anda, ya tengo mi troll, ¡qué ilu!, empezaba a pensar que algo debía estar haciendo mal, si todo el mundo se mostraba más o menos de acuerdo conmigo.
Un saludo, anónimo!
Pues sí, Deckard, se dijo que el paso de Annakin al lado oscuro había sido muy rápido, y eso que el muchacho tenía todos los síntomas indeseable para un Jedi, miedo, ira, apego, etc, etc, etc, además estaba sufriendo esas visiones de la muerte de la churri, que bien sabía por el caso de su madre, que eran premonitorias, y por si fuera poco el chavalote era coleguilla - coleguilla, que diría ese genio que es Pedro Reyes, de ese gran manipulador, como ud. apunta, que era Palpatine.
Pues sí, realmente la caída de Harvey Dent tras la mínima charlilla del Joker sí que parece un poco rapidilla, sí, aunque a favor hay que decir que el hombre pasa por la muerte de su amor y la horrible desfiguración como ingredientes sumados a lo más importante: su mente ya estaba de antes un poco.. tal, y es que esos rollitos con la moneda no pueden ser buenos. Ya lo dijo Bukowski: "no juegues con la locura, la locura no juega".
Y con todo, no estoy de acuerdo esta vez con ud. Siempre me parecen un insulto las peliculas de superhéroes, y para una que me gusta... En mi caso, lo primero que pensé fue "por fin", y es que hasta ahora... hasta ud. estará de acuerdo que si nos ponemos a comparar... Claro, esto por si solo no significaría que es una gran pelicula, pero es que parece que ya vamos yendo por buen camino.
Y en esto que lo peor es efectivamente la evocación en el titulo de la magnifica obra de Frank Miller, recuerdo muchas de las frases de dicha obra desde la primera lectura, de esta peli, por el momento ninguna. No obstante, los diálogos y situaciones han dejado de ser de verdadera vergüenza ajena en una película basada en un cómic de superhéroes e incluso, han conseguido una de la mejores tracas finales, con el joker y los dos barcos, perdiendo de alguna forma el villano por la decisión de los pasajeros y no tanto por el puño de Batman. Mejor que en cualquier otra, y mejor que en "Batman Begins", donde la cosa se resolvía, como no, en una pelea entre Batman y Liam Neeson, siendo mucho más interesante la presencia del genial actor en cualquier otro momento de la película, desde luego.
Ese final no puede ser de un guionista, si la cagan en toda la película, en los finales "se lucen", eso se lo han tenido que escuchar por ahí a alguna persona de la calle que realmente tiene talento y lo han trasladado al guión. Ya se que no es ni mucho menos una cosa tan genial, pero es mucho para un guionista.
Con la esperanza de que algún día se adapte un buen cómic de superhéroes de los muchos que existen, incluidos, al menos, algunos diálogos, y no se dejen tanto las cosas en manos de esos malditos, me despido.
Chewie, como digo, me parece que la historia tiene una densidad inusual en este tipo de pelis, está por encima de la media, pero no me acaba de rematar, me parece que se queda a medio camino.
Si la juzgo como una de superhéroes en plan realista, Shyamalan lo hizo mejor en El Protegido. Eso sí que era un superhéroe con preocupaciones de tipo normal y corriente.
Si la juzgo como filme fantástico, prefiero la estética gothic-pop de Tim Burton o el bizarrismo de Guillermo del Toro en Hellboy II, que he visto hoy.
Si la juzgo como una peli de Christopher Nolan, creo que esos conflictos acerca de la identidad están mejor tratados en otras pelis suyas como Memento o The Prestige.
Un saludo!
Sí, no tiene nada que ver con el comic: el batman viejuno de Miller. A Rachel Dawes la matan rápidamente por si alguien no se había dado cuenta aún de que era la sustituta (parecida, insulsa) de Katie Holmes (insulsa también). Coincido con considerar "El protegido" como la mejor película-comic nunca realizada (acompañada de "American Splendor", "Sin city" o "300").
Por cierto, su defensa de George Lucas es digna de encomio, ja, ja.
Saludos.
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