Y, como no, los personajes femeninos conducen la función: la chica que sabe perfectamente lo que quiere debe renunciar a ciertos placeres para alcanzar las metas que se ha propuesto en la vida, mientras que la que no sabe lo que quiere, pero sí lo que no quiere, está condenada a ser la eterna insatisfecha. Vicky (Rebecca Hall, todo un descubrimiento) y Cristina (Scarlett Johansson, estupenda físicamente y mejor que nunca como actriz) representan esos dos extremos, mientras que Juan Antonio (Javier Bardem), tras una traumática relación con María Elena (Penélope Cruz), intenta hallar el ansiado equilibrio, lo cual, paradójicamente, desencadena el conflicto, el caos. Al final, lo que Woody Allen viene a decirnos es que todo depende de la suerte, ya que encontrar a ese compañero ideal que nos satisfaga por completo es tan difícil como pasear por Barcelona y no toparse con algo diseñado por Gaudí.
Se dice que el director neoyorkino por excelencia muestra una Barcelona turística, nada realista, sin darse cuenta de que es lo mismo que hace al mostrar Nueva York, convertirlo en un entorno mítico en el que situar a sus personajes. ¿O es que alguien se cree que el ciudadano medio de Nueva York tiene un amplio apartamento frente a Central Park o se pasa el día yendo al psiquiatra, al teatro, al cine, a clubes de Jazz, a la ópera y a los mejores restaurantes de la ciudad como sucede en las películas de Allen? De hecho, los pocos planos que aparecen de Nueva York en Vicky Cristina Barcelona son muy significativos porque muestra esa otra parte de la ciudad que suele obviar en sus películas, la más urbanística y ruidosa. En este caso era necesario para sugerir el tipo de vida que le espera junto a su prometido a Vicky, en contraste con la apacible y soleada Barcelona. Además, al fin y al cabo, las protagonistas son turistas, con lo cual situar la acción en los típicos destinos turísticos de la capital catalana está plenamente justificado.
Si no fuera por una realización un tanto plana y por la ausencia de diálogos realmente ingeniosos, estaríamos hablando de una de las grandes películas del maestro de las gafas de pasta.
¡Mierda, Scarlett estuvo aquí una semana después que yo!
7 comentarios:
Curiosamente esa realización un tanto plana como dices fue la que más me hizo recordar al cine de Eric Rohmer.
Fernando, ja, ja, pues no le falta a usted razón. A mí me encanta Rohmer, pero sobre todo por cómo traza los personajes y las relaciones entre ellos. Tiene el mismo defecto que Woody Allen, que en muchas de sus películas la dirección es tan funcional que a veces resulta difícil distinguir entre sencillez y pereza narrativa.
Hola Deckard
Se ha hablado de postal turística de Barcelona, de la voz en off... Nada, lo peor, para mí, es que me ha dejado un poquito indiferente, y eso, supongo se debe más que nada a los diálogos, creo que no la situaré entre mis favoritas, sencillamente. Por ahí... en esa zona también están “Melinda y Melinda” y por ahí más atrás... “Poderosa Afrodita”.
Sí me gusta pensar en la diferencia en el trato de los personajes jóvenes masculinos en las últimas películas, como ya he comentado en este blog en otra ocasión, anteriormente eran seres humanos a medio fabricar, copias imperfectas y ciertamente bastante patéticas de los personajes maduros de la trama (o femeninos...), no sólo estaban desprovistos de importancia, también de toda posibilidad de tenerla. Y ha sido también curioso ver a Woody alejarse últimamente del extremo refinamiento de sus personajes. En una secuencia de otros tiempos podíamos ver una pelea a navajazos entre dos personas mientras un tercero pronunciaba “Por favor... esto es de muy mal gusto”. Y esto no me lo he inventado, la frase es de “Otra Mujer” y la situación es... prácticamente igual. Me quedo con la maravilla de película que acabo de mencionar, con la que es fácil establecer algún que otro paralelismo con “Vicky...” y con aquel Ian Holm: “Si he hecho algo mal... te pido disculpas... Acepto tu condena...”. Si el propio Gene Hackman hubiese interpretado el papel de Bardem... O si lo hubiese interpretado Woody... eso sí que sería interesante... Tengo tanta nostalgia tras “Scoop” de aquel Woody que era el seductor, no el padre...
Bueno, un abrazo!!
¡Vaya! ¡Al fin una crítica positiva! Y yo que pensaba que Woody Allen se había vendido vergonzosamente a la pasta de Mediapro y el catalanismo de Jaume Roures y había dirigido (obligado) un publireportaje de Barcelona, al que la única venganza que le quedó fue ponerle un título estúpido. Bueno, algo de eso también habrá ¿no?
Saludos.
Chewie, a mí me ha gustado más que Melinda y Melinda porque no es tan rígida y mucho más que Poderosa Afrodita, de la que solo salvaría un par de chistes. Estamos de acuerdo en que faltan esos grandes diálogos que constituyen el gran fuerte de Woody como guionista, pero creo que los personajes y la historia están bastante bien, mejor que en Scoop, desde luego.
Licantropunk, yo creo que Woody ha demostrado una adaptación enviable a las circunstancias. Según él mismo dice, cuando le llamaron de Barcelona para hacerle la propuesta, sacó de un cajón la idea de una película sobre dos turistas. Luego, Penélope Cruz y Bardem le mostraron su interés en trabajar con él y diseñó los personajes a su medida. Es decir, de cuatro elementos algo fortuitos ha conseguido sacar una peli de lo más apañada. Yo lo prefiero a esos autores que se pasan el día llorando porque no logran financiación.
Saludos a todos!
Aún no he visto este nuevo filme de Allen pero la impresión que me han dejado los últimos de este director es que se ha vuelto un tanto irregular. Saludos!
Perdí la ocasión de verla en cines, un poco por miedo. Leí opiniones de escépticos a los que les gustó y de fanboys de Allen a los que decepcionó, y claro, no sabes qué pensar xD. A mí me suele agradar el cine ligerillo de Allen, e incluso "El sueño de Casandra", de la que echaron pestes, me gustó bastante.
Esta tiene el plus de que el año pasado estuve en Barcelona y me molaría ver los sitios por los que estuvimos en una de Allen... en dvd tendrá que ser.
Saludos!
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